El primer fin de semana de noviembre hemos aprovechado que
el viernes no había cole para ir de albergue con los pequeños.
Fuimos en autobús hasta Ruiloba.
El tiempo era buenísimo y pasamos todo el día jugando en la
calle al fútbol, al padel y a varios juegos con el balón.
Por la tarde ocurrió algo muy raro en el albergue, todo
cambió, daba mucho miedo.
Sin darnos cuenta estábamos en la casa de la ¡Familia
Addams!, habitaciones terroríficas, paseos nocturnos en el cementerio y
rituales en la cueva pasaron a ser de lo más cotidiano.
¿Te atreverías a participar?